Ya dentro, Fernando Cózar, tenía todo preparado y Conchi, cómodamente sentada en el sillón de la Directora, en primera línea de fuego, escuchaba atenta cómo pedíamos silencio y expectante, se comenzaba una emotiva proyección que le provocó mas de un lloro.
Hubo sorpresas, risas, lágrimas, y al final, gran aplauso. Mientras sus niños coreaban su nombre, ella sólo pudo ponerse en pie y mirar a todo el mundo agradecida, incapaz de pronunciar una sola palabra
Se le entregó un pequeño detalle de parte de la AMPA: un cuadro y un CD, recuerdo de todos estos años y al final del acto y un poco a caballo, pues fuimos muchos, nos acercamos a darle un fuerte beso y desearle lo mejor.